Todos los lunes, en el último módulo, los estudiantes de 4° “B” se dividen en tres diferentes grupos: Un grupo va al centro de rehabilitación “Por un mundo mejor”, otro a la institución “Julián Baquero”, y el otro grupo va al centro de apoyo “Lorenzo Milani”.
Por un mundo mejor
Este centro de rehabilitación es para gente con problemas sobre cualquier tipo de adicción. Este lugar funciona de manera voluntaria: es uno mismo el que se interna, si querés te quedás, y si no, te vas. Actualmente, se encuentran internadas doce personas, las cuales todas están bien. Realizan distintas actividades como música, escuela, futbol, etc. Nosotros los vamos a visitar todos los lunes y realizamos actividades con ellos. El centro está ubicado en la Avenida Recta Martinolli.
Julián Baquero
Este es un centro de rehabilitación para gente con discapacidad visual, ya sea ausencia de visión completa o poca visión. En este centro hay mucha gente que va para aprender a hacer diferentes actividades en la vida cotidiana, como por ejemplo: cocinar, caminar con el bastón, usar el celular, etc.
Nosotros hacemos actividades con los alumnos.El primer día hicimos una actividad que consistía en ponernos en el lugar de las personas con discapacidad visual, por lo que nos taparon los ojos y caminamos con el bastón, y luego un hombre de allí nos dio una charla. El último día que fuimos, nos dividimos en tres grupos de tres personas y entramos a distintas clases que tienen ellos.
A ellos se los distinguen con un color de bastón diferente, por ejemplo: La gente con discapacidad visual completa usa un bastón blanco, la gente con poca visión usa un bastón verde, y la gente que tiene un bastón con un segmento rojo y otro blanco es sordo ciega.
El centro se ubica en la Avenida Rafael Núñez al 5187, a una cuadra de la Academia Arguello.
Lorenzo Milani
Es un centro donde viven niños, jóvenes, adultos y ancianos con capacidades diferentes. El primer día te afrontás con una realidad totalmente distinta a la que estamos acostumbrados. Como primera instancia, entrás al establecimiento y es tanto el cariño y las ganas de los niños al verte que te llenan de besos y abrazos. Luego de entrar, te sientes incómodo, pero después te familiarizas con los chicos, te das cuenta que son personas como todos nosotros. Los siguientes días son más llevaderos. Te saludás con los chicos, preguntás por su bienestar y desarrollás juegos o actividades recreativas e integradoras con ellos. Es un privilegio vivir esta experiencia. Comenzás a valorar pequeñas cosas que antes no le dabas importancia, y saber que con solo tu presencia hacés un día diferente y alegre para ellos. Esto te motiva a seguir asistiendo.
Este centro está ubicado en esquina Blas Pascal y Evangelista Torricelli.
Por Tomas Ferreyra, Bruno Gallo y Juan Cruz Benitez
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