Por otro lado, Magui no sabía nada sobre lo que estaba pasando su padre. Ya se había enamorado de su secuestrador, tenían una relación muy cercana, se notaba que sentían lo mismo el uno por el otro. En la noche del sexto día todo cambió entre ellos. Declararon su amor, a pesar de que hace pocos días que se conocían, su amor era muy fuerte, nada los separaba. Esa misma noche planearon su próxima jugada, querían algo juntos, de eso estaban seguros.
Carlos seguía en la misma, cada vez más endeudado, llegando al punto de querer vender su mansión, para poder juntar el dinero necesario. Cuando estaba por hacer el negocio, recibió un llamado, era Ricardo, diciéndole que cuando fue a buscar a su hijo, quien vigilaba a Magui, no había nadie, solo quedaba la cama y la soga suelta.
Magui y Sebastián decidieron escaparse juntos, para vivir el resto de sus vidas en pareja y libres de toda atadura del pasado.

Por Lola Petri y Candela Sahade
Comments