A Magui la llevaba su chofer a la facultad, iba de 8 hs a 13:30 hs. Un miércoles 6 de agosto, ella tenía que rendir un examen a las 19 hs, luego de eso se iba a lo de una amiga, la cual vivía cerca de ahí por lo que decidió volverse caminando.
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Era una tarde muy ventosa y fría, su pelo bailaba junto al viento. Ella llevaba botas negras, un pantalón de jean y un buso marrón. Estaba cansada y pasó por un día muy duro.
Esa mañana se había peleado con su padre, porque era muy controlador y no la dejaba disfrutar de su independencia. La esencia de Magui era la libertad, por lo que ella siempre buscaba escaparse y divertirse. Luego de la discusión, ya en la facultad, le informaron que había desaprobado una materia. Estas cosas, y otra más, provocaron que no le vaya bien en el examen.
La calle estaba silenciosa y el invierno hacía que las personas disfruten dentro de sus casas. Magui pasaba por la calle Corrientes, distraída pensando en el terrible día que tuvo.
Casi al llegar a la esquina, sintió un pinchazo en su brazo, antes de darse vuelta, comenzó a no sentir sus extremidades y su vista se nubló, quedando en un profundo vacío negro…
Por Lola Petri y Candela Sahade
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